BIENESTAR

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es uno de los trastornos gastrointestinales de mayor prevalencia, afectando entre el 10 al 15% de la población.  Sin embargo, sólo tomamos conciencia cuando nos sucede.

¿Cuáles son los factores que lo desencadenan? ¿Cómo prevenir desde el cambio de hábitos de vida y la nutrición?
Acidez, pirosis, ardor estomacal… son algunas de las denominaciones para describir la
sensación de quemazón que puede alojarse en la boca del estómago, esternón o en la base
del cuello. Este disconfort que puede ser agudo (aparece de repente y que se va) o crónico
(que permanece durante meses e incluso años). Ocurre al pasar contenido del estómago al
esófago. ¿Porqué? Deja de funcionar correctamente la válvula que se llama esfínter esofágico inferior (EEI) o cardias y qué cuando funciona correctamente se cierra para evitar que el contenido del
estómago (con una acidez muy baja –entre Ph 1 a 3) no pase nuevamente al esófago ya que
éste está preparado para que la acidez sea alrededor de Ph6.

Como el esófago no tiene el revestimiento protector adecuado, “su mucosa se daña cuando
hay reflujo porque no está preparada ni para el ácido ni para las enzimas digestivas”.

Es normal notar cierta sensación de acidez pasajera en distintos momentos:
-En el embarazo, ya que la progesterona reduce la tonicidad muscular del EEI.
– Después de una comida abundante o haber comido demasiado rápido.
– Al acostarse enseguida después de comer, ya que la posición horizontal puede
favorecer el reflujo.

Otras situaciones en donde es frecuente que se padezca reflujo y que perdure en el
tiempo:
-Los adultos mayores suelen padecer más reflujo ya que la edad avanzada reduce
también la tonicidad muscular del esfínter esofágico inferior.
– Con el uso crónico de ciertos medicamentos como la aspirina o los
antiinflamatorios, como el ibuprofeno.
– La ingesta excesiva de alcohol, ya que es un potente irritante de la mucosa
gástrica.
– La infección con la bacteria Helicobacter pylori. Esta bacteria puede estar en
nuestro estómago y quizá ni siquiera seamos conscientes de su presencia, ya que
no todas las personas infectadas con esta bacteria van a desarrollar gastritis.
– El hábito de fumar es totalmente perjudicial incluso para el reflujo debido a las
sustancias nocivas que contiene el cigarrillo.
– Ciertas enfermedades como la hernia de hiato, las enfermedades neurológicas que
producen hipotonía o debilidad muscular.
– El estrés también genera mayor secreción ácida del estómago, por lo que en
personas sensibles puede manifestarse el reflujo gastroesofágico por la estrecha
relación entre el sistema nervioso y el aparato digestivo que provocan la liberación
de hormonas y neurotransmisores que afectan las funciones de contracción
muscular y las secreciones digestivas.
– El beber café y mate cebado pueden aumentar las secreciones ácidas del
estómago y que las mismas asciendan hacia el esófago, lesionándolo.
– La obesidad y el sobrepeso especialmente en la parte abdominal ya que la grasa
aumenta la presión intraabdominal.
– La actividad física muy intensa especialmente si la ingesta alimentaria fue realizada
entre ½ hora a las 2 horas del ejercicio. Influyen: la tolerancia de cada persona, el
tipo de ejercicio, el volumen de lo ingerido y la velocidad de digestión.

¿Qué alimentos pueden generar o incrementar la acidez y el reflujo?
-Alimentos grasos como la crema de leche, manteca
– Quesos curados:  Azul, Colonia, Criollo, Edam, Fontina, Gouda, Gruyere, Holanda,
Pategras, Pepato, Provolone, Romano, Sardo, Sbrinz, Tandil y Tybo
– Salsas comerciales como ser salsa de soja, chimichurri, salsa picante, etc
– Comida rápida
– Alcohol
– Chocolate
– Menta
– Mate cebado, té (especialmente el té negro hecho muy concentrado) café
– Bebidas gasificadas porque aumentan la distensión del estómago y eso incrementa las
relajaciones transitorias del EEI.
-Comidas muy picantes o que tengan productos de tostación quemados (tostadas
quemadas, carnes a la parrilla en dónde queda marcado lo hierros de la parrilla)

¿Cuáles son los alimentos recomendados para aquellas personas que padecen esofagitis?
Siempre las recomendaciones deben ser individuales y realizadas por un licenciado en
nutrición, ya que esto permite que las comidas sean elaboradas en base a los hábitos, gustos,
tolerancia y posibilidades de cada consultante.
No obstante, aquí les dejamos unos lineamientos a modo orientativos:

-Lácteos (leche, yogures y quesos) Recomendamos los que sean descremados y
quesos suaves como ser los untables o pasta blanda, cremon bajo en grasa, tipo port
salut bajo en grasas.
-Huevos. Pueden consumirse sin problemas, aunque es recomendable evitar los fritos
en aceite o manteca (pueden ser cocidos en sartén antiadherente)
-Carnes. Elegir preferiblemente carnes blancas magras (pollo, pavo), pescados poco
grasos o semigrasos (merluza, gatuzo, etc), carne de cerdo magra (carré, solomillo,
paleta, nalga) para que la digestión sea más fácil. En cuanto a la carne vacuna
sugerimos que sea totalmente magra (nalga, peceto, lomo, cuadrada, bola de lomo,
paleta, roast beef, entraña) y cocida preferentemente por hervido, horno en papel
aluminio y poco condimentadas
-Vegetales y Frutas. Comerlas diariamente. Los vegetales podrían ser cocidos
especialmente por hervido (el agua de cocción recomendamos utilizar en sopas, purés
ya que tienen las vitaminas y minerales de las verduras) y las frutas de preferencia
que sean maduras y peladas. Puede ocurrir que algunos cítricos sean poco tolerados
(pomelo/limón/naranja/mandarina).
– Alimentos ricos en hidratos de carbono. Arroz, pasta, papas, batatas y pan, pueden
incluirse en la dieta sin problemas ya que suelen tolerarse bien, siempre y cuando se
cocinen con poca grasa. En algunas fases agudas, conviene evitar las variedades
integrales.
-Legumbres. (lentejas, arvejas, porotos, garbanzos, habas, soja) no se tolera bien. Pero
al ser un grupo de alimentos con nutrientes importantes, se pueden incorporar
pisadas (humus/puré de arvejas/etc) y en el caso de las lentejas iniciar tolerancia con
la variedad conocida como lenteja turna (de color naranja intenso) ya que no tiene
tanta fibra. Para consumir este grupo de alimentos, existe la opción de consumirlas en
lata o activarlas de 8 a 12 horas para que sean fácilmente digeribles.
-Frutos secos y semillas. Es recomendable evitarlas en la etapa aguda
-Aceites. Consumir directamente de la botella al plato y preferir oliva extra virgen o de
canola por los ácidos grasos que aportan
-Aliños. Condimentar con vinagre de manzana o jugo de limón siempre cuidando la
cantidad, para que no sea demasiado presente.
-Condimentos. Los aromáticos y poco excitantes como ser: albahaca, azafrán, canela,
laurel, orégano, perejil, vainilla, comino, tomillo, romero, salvia.
-Infusiones. Mate cocido, té liviano, malta y tisanas como tilo, manzanilla, cedrón,
boldo.
-Bebidas. Preferentemente agua potable, mineral o filtrada sin gas, caldo de verduras,
jugos de frutas naturales diluidos con agua de manzana, pera. Se recomienda ingerir
poca cantidad durante las comidas, preferentemente 30 minutos antes y/o después
de ellas.

RECUERDE: Si los síntomas persisten varios días seguidos se debe acudir al médico para
identificar las causas, y recibir el tratamiento adecuado para cada caso, ya que el estado
agudo puede transformarse en crónico. Las consecuencias a largo plazo pueden ser, entre
otros, el déficit de alguna vitamina como la vitamina B12, porque se necesita una buena
función gástrica para que ser absorbida. Pero también la erosión ácida puede provocar:
esofagitis (inflamación del esófago); la fibrosis y estenosis del esófago por la cicatrización del
tejido a causa de tanto ácido (llamado esófago de Barret), debido a cambios en el tejido y
puede desembocar en  cáncer.
No se automedique ni tome medicación que fuera indicada para otra persona.
Es posible mejorar la salud digestiva cuando el tratamiento es personalizado y adecuado para
cada patología

Lic. Perla Manera Lic.Alejandra Volpatti

Bibliografía:
– Navarro, Longo, González. Técnica dietética. Ed El Ateneo .2019
– Peiteado, Práxedes. Alimentos que producen acidez estomacal y estilos de vida que lo contrarrestan. Academia
Española de Nutrición Marzo. 2023
– Carnero, Ezquer. Dieta para la gastritis: cómo mejorar tus síntomas con menú saludable. Academia Española de
Nutrición Marzo. 2023
– Torresani, Somoza. Lineamientos para el cuidado nutricional. Ed Eudeba.2000
– De Girolami, González Infantino. Clínica y terapéutica en la Nutrición del adulto. Ed El Ateneo. 2008

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