NUTRICIÓN
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La preocupación a nivel mundial radica actualmente en poder lograr un cambio en el estilo de vida que sea sostenido por el individuo a lo largo del tiempo. Es considerado como éxito  que la persona que perdió al menos el 5% de su peso corporal lo mantenga por más de 12 meses.

Si bien es cierto que cada profesional puede realizar su propia estrategia hay consenso acerca de que  ciertas conductas  llevan a una modificación cognitiva.

 Un ejemplo sería los pasos diseñados por el Ph.D.Dr. John P. Foreyt presentado  en el marco del XIX Congreso Argentino de Nutrición.

  1. Establecer la meta: vida saludable, ejercicio y dieta saludable
  2. Motivación al cambio: ¿por qué quiere perder peso ahora? ¿Qué lo motivó? ¿Qué está dispuesto a cambiar? ¿Cuál es su nivel de motivación al cambio en una escala del 1 al 10? Si por ejemplo elige 6: ¿por qué no eligió un número más alto? ¿Quién toma la decisión para el cambio? El paciente es el que define cuántos kilos quiere perder.
  3. Evaluar los patrones alimentarios: a través de una anamnesis. Es importante que el paciente lleve un registro alimentario diario.
  4. Evaluar actividad física: es ideal el uso de un podómetro (cuenta pasos) que registre la actividad. Generalmente se suele sobredimensionar la actividad física. Ésta debe ser  a voluntad y no durante el horario laboral.
  5. Evaluar temas emocionales que dificulten la adhesión al tratamiento
  6. Definir metas:   deberán ser a corto plazo, razonables y de fácil realización .Ejemplo: evaluar cuán bien se siente al caminar cuando bajó algo de peso. Una vez obtenida la meta, plantearse otra.
  7. Enfrentarse a las barreras: es importante identificar y enfrentarse a las dificultades propias y a las del entorno. Como profesional se deberá tratar de evitar dar respuestas y que sea el paciente quien descubra y solucione sus propios problemas con el asesoramiento del nutricionista.
  8. Manejar las emociones y el stress:  identificar las actividades que producen mayor stress y contrarrestarlo con la actividad física ya que al liberar mayor cantidad de endorfinas mejora el estado de ánimo.
  9. Detectar la disonancia: el paciente promedio quiere perder alrededor de un 35% de su peso y la realidad es que lo posible para sostener a través del tiempo es de un 5 a un 10%. Que el paciente comprenda la importancia de perder 5 kg en función de su calidad de vida (reduce la hipertensión, el colesterol, la glucemia). Una vez llegado a lo esperado se puede lograr establecer nuevas metas.
  10.  Aceptar recaídas: es importante que el paciente sepa que las recaídas son parte del tratamiento. Se pone en juego la autoeficacia ,  el “puedo lograrlo”.
  11. Proveer soporte al paciente: a través de contactos telefónicos, por mail o a través de reuniones.
  12. Estimular contratos por escrito con el paciente:  a corto plazo de una a tres semanas, propuestas que el mismo paciente sugiera como : caminar 3 veces por semana.
  13. Fármacos: a veces son útiles  en determinados casos.
  14. Dedicarle al menos 15 minutos por consulta: para revisar el registro de alimentos y actividad, los objetivos, identificar problemas, establecer objetivos y metas nuevas, re contratar.
  15. Si el paciente  muestra interés, acercarle material educativo de apoyo.
  16. Apoyar moralmente, no criticar, estimular con frases como “va muy bien”. Esto mejora el estado de ánimo y la autoestima.

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