A medida que surgen nuevas investigaciones, tecnologías y tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes, la ADA, actualiza desde 1989 y de forma anual, las pautas a seguir.
Haciendo un resumen de las modificaciones más sustanciales se encuentran:
Pautas nutricionales para prevención o retraso de la diabetes tipo 2
Las personas que presenten sobrepeso y obesidad al tener alto riesgo de desarrollar DBT tipo 2, se recomienda una pérdida de peso que incluya un plan de comidas reducido en calorías e incremento de la actividad física. Como es difícil mantener esto a largo plazo, es importante el acceso del paciente al apoyo continuo y opción farmacológica, en caso de ser necesario.
En individuos con pre diabetes puede ser útil un plan alimentario mediterráneo, bajo en calorías y bajo en grasas. La elección de alimentos ricos en fibras y un mínimo de alimentos procesados y refinados es importante. Se necesita mayor investigación sobre si un plan bajo en carbohidratos es o no beneficioso en estas personas.
Objetivos de la terapia nutricional para adultos con diabetes:
Diabetes e hidratos de carbono
-No hay estudios concluyentes que determinen la ingesta ideal de carbohidratos. Pero controlar la ingesta de los mismos y la respuesta de la glucosa en sangre es clave para mejorar el control de glucosa posprandial.
-Si bien la evidencia científica sobre índice glucémico y carga glucémica arrojan resultados mixtos, se ha demostrado que la reducción de la carga glucémica de los carbohidratos consumidos produce reducción de A1C de entre 0,2 a 0,5%.
-Sin embargo, planes de alimentación bajos en carbohidratos muestran una potencial mejora en la glucemia y en el perfil lipídico. Pero como son difíciles de sostener a largo plazo, es importante evaluar individualmente a cada paciente y reconocer que mujeres embarazadas o en período de lactancia, niños, personas con enfermedad renal, pacientes con desórdenes en su conducta alimentaria y aquellos que reciben inhibidores de SGLT2, no pueden llevarla a cabo, por riesgo de cetoacidosis.
-El enfoque recomendado es individualizar el plan alimentario para alcanzar los objetivos propuestos, con una distribución de macronutrientes que sean coincidentes con su ingesta habitual, para lograr mayor adhesión y mantenimiento a largo plazo.
-Se recomienda que se minimice la ingesta de hidratos refinados y azúcares agregados, como se desaconsejan las bebidas azucaradas.
-Quienes reciben insulina en horario de comida, se les debe ofrecer educación intensiva y continua sobre la relación directa de la administración de insulina y los hidratos. En especial para aquellos cuyos horarios de comidas o consumo de hidratos es variable. De esta manera al controlar mejor la ingesta, podrán modificar la dosis de insulina y mejorar el control glucémico.
- Si consumen comidas ricas en proteínas y grasas, deberán compensar la dosis de insulina, pues la respuesta posprandial será diferente.
- Aquellos que reciben insulina en horarios fijos, la planificación de comidas deberá tener un consumo relativamente fijo de carbohidratos en tiempo y cantidad.
Como se puede observar, cada vez se pone mayor énfasis en un cuidado individualizado del paciente, con seguimiento periódico, con educación alimentaria continua y respetando los hábitos, cultura y preferencias. Algo que los nutricionistas argentinos tenemos muy en cuenta, gracias a la influencia del Dr Escudero.
Bibliografía
Sumary of revisions: Standards of medical care in Diabetes 2019. Diabetes care 2019, Jan; 42 (supplement1) : S4-S6. https://doi.org/10.2337/dc19-Srev01
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=93549
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