Con el nombre de Papa o Patata, se entiende el tubérculo del Solanum tuberosum L y sus variedades, sanos, limpios y sin brotes. Deben ser mantenidas en lugares frescos, secos, aireados y al abrigo de la luz solar directa.
Originaria de América, fue llevada a Europa por los españoles, pero no fue entonces muy bien recibida por que se creía venenosa. Al principio se la dio de comer a los cerdos, pero siglos más tarde fue el plato principal de muchos países salvándolos de las hambrunas.
¿Cómo elegirlas y conservarlas?
Se debe desechar cualquier papa demasiado vieja que tenga partes verdes, ya que contienen el alcaloide tóxico llamado solanina. Las papas blancas deben ser elegidas con la piel fina, lisa y seca, sin golpes ni manchas. Las negras no deben tener tierra adherida, ni brotes ni manchas.
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Propiedades nutritivas La papa aporta 76 kcal por cada 100g. Una papa chica posee este peso. Contiene un elevado porcentaje de agua (80%); es fuente importante de almidón, un hidrato de carbono complejo. También aporta sustancias minerales como el potasio. Su contenido en proteínas, fibra y vitaminas es escaso. Se destacan las vitaminas B6 y C en el momento de la recolección (en la piel) pero durante el almacenamiento y la cocción de este alimento, su contenido se ve significativamente reducido. Su bajo contenido en sodio hace que sean de elección en dietas bajas en sodio. Es útil en todas las etapas de la vida. Dado su elevado contenido de potasio, aquellas personas que padecen de enfermedades del riñón y que bajo prescripción médica precisan de una dieta baja en dicho mineral, deberán tener en cuenta que antes de su consumo, se deben dejar las papas en remojo varias horas (cambiando el agua cuantas veces sea posible) para que el potasio pase al agua, la cual se deberá desechar siempre. |
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